Surfear en sofás resulta ser una habilidad especial cuando eres un viajero intuitivo y con poco presupuesto.
Couchsurfing es una comunidad de 10 millones de personas en más de 200 lugares del mundo. Su misión es crear un mundo mejor a través de los viajes y que los viajes se hagan más ricos a través de la conexión. ¿Cómo? por medio de una red social, la confianza en la gente y algunos mecanismos de seguridad, intercambio real e intuición.
Conocí a un chico de Tijuana a través de una buena amiga de la escuela. Fuimos a la playa y gracias a ellos conocí a muchas personas de otros lugares del mundo. Me explicaron que se encontraron en couchsurfing, una organización para conocer personas y compartir con ellas en su casa, en vez de pagar un hotel. Me parecía raro que conocer extraños y abrir las puertas de tu casa a otros, fuera algo fácil de hacer, pero en principio me llamó la atención la idea. Cuando me fui a vivir a Londres, el mismo chico insistió en que hiciera un perfil en couchurfing.org para conocer personas y viajar. Así que lo hice, me explicó que llenara bien los datos y que si conocía gente que me cayera bien, les regalara una referencia exaltando sus puntos positivos como persona, anfitrión o huésped; esto para que cuando alguien más viera su perfil supiera qué tipo de persona es.
Me contó que aunque yo no pudiera ofrecer un sofá o cuarto, siempre podría buscar eventos cerca o crearlos para conocer personas. Ese día llegó. Me encontré un evento donde una chica francesa nos invitaba a ir a una galería de arte y luego a caminar por el centro, pues era niñera y quería conocer viajeros interesantes para compartir su tiempo en la ciudad. Un grupo grande se creó, nos encontramos fuera del metro, fuimos reconociendo las caras que “buscaban un grupo” y disfrutamos de un día cultural, con tragos y comida por la tarde, caminata y baile al final. Selma, la chica francesa, es una de mis mejores amigas hoy en día.
La mecánica de Couchsurfing es a través de un sistema de búsqueda. Por ejemplo: tú sabes que irás a Dublín, entonces buscas anfitriones que tengan disponible un sofá en esa ciudad. Escribes una bonita solicitud en donde debe ser claro porqué quieres conocer a esa persona y qué te hace especial para que te reciban. Dos amigos y yo tuvimos la suerte de que nuestra primera experiencia pidiendo sofá fuera con un guía de turistas. Lo vimos trabajar y disfrutamos de un tour maravilloso. Además tuvimos una gran fiesta por la noche y desayuno irlandés por la mañana: no se emocionen, solo un par de huevos fritos con tocino y otros embutidos…pero lo especial del desayuno realmente fue conocer a Robbie, un señor tan divertido y jovial que compartió su casa con nosotros y muy buenos chistes.
Como esa historia, tuve otras buenas anécdotas como un café con una niñera de Australia en Estrasburgo; un concierto en un bar alternativo, donde mi anfitriona italiana conmovía a un público de Berlín; hasta haber tenido la oportunidad de ofrecer un espacio en mi casa; donde mi novio y yo hospedamos gente de Europa, América y Asia. Ahora las cosas han cambiado, pues no tengo un sofá abierto a la comunidad; pero aun sin hospedar, se puede disfrutar de esta red.
Las referencias positivas que recibes y das, te ayudan a encontrar gente que es similar a ti. Es importante leer bien los perfiles y las referencias antes de pedir ser hospedado. ¿Qué tal si las personas piden que hagas un ritual vudú?… ¡y tú no llevas el muñeco de tu expareja! La idea es estar preparado para recibir o llegar con alguien.
Les hablaba antes de la intuición porque juega un papel importante. No sólo es leer el perfil y tratar de conocer a las personas por lo primero que vemos. Después de que llega una solicitud, comienzas un intercambio de mensajes, en donde no tienes porqué dar tu dirección, ni acceder a hospedar a alguien si al final no se creó un círculo de confianza.
La misión de la organización te invita a compartir tu vida con la gente que encuentras, fomentando el intercambio cultural y el respeto mutuo. Me he dado cuenta que ser parte de Couchsurfing me ha dado lindos momentos, experiencias muy especiales, risas increíbles y aunque tu couch no siempre será el ideal, sin duda es el lugar para aquellos huespedes que de corazón desean conocer sobre la cultura y las personas en su sencillez y complejidad.
He descubierto que me gusta viajar, mas me encantan las personas, por eso trato de estar de acuerdo con Gavin de Becker, especialista en seguridad:
la intuición siempre tiene la razón en dos aspectos por lo menos: es siempre la reacción a algo y siempre tiene su mejor interés en el corazón.